Estambul, enero de 2017
¡Hola
Nadya!:
Ya
sé que hace mucho tiempo que no te escribo, pero quería esperar
hasta el día de hoy, que estoy en Estambul. He venido con mi familia
para una reunión del trabajo de mi padre.
Voy
a estar aquí una semana, y hemos visitado la Mezquita Azul, me quedé
asombrada ante aquella preciosidad, era bonita, grande, elegante…
Tenía cinco torres finas y alargadas y una gran cantidad de
ventanas. También visitamos la Basílica de Santa Sofía, que es
uno de los edificios más importantes del mundo, con una cúpula de
treinta metros de diámetro, que
fue convertida posteriormente en una mezquita y actualmente ejerce la
función de Museo. Lo crearon Antemio de Trales e Isodoro de Mileto.
Algunas
de sus costumbres son muy diferentes a las nuestras, por ejemplo,
antes de entrar a una mezquita, te tienes que quitar los zapatos.
Muchas de las fiestas nacionales que se celebran durante el año son
de carácter religioso. En esas fiestas, no se venden bebidas
alcohólicas. El 60% de la población lo forman personas de hasta 35
años, por eso el 19 de mayo, se celebra el “Día de la Juventud”.
Hablan en turco, aunque mucha gente sabe español y en
inglés.
Ayer
por la tarde, antes de cenar, acudimos a un teatro de danza; al
salir, dimos un paseo, y, se podía apreciar el agradable olor a
kebab, y cenamos en un sitio, donde apenas había gente, pero la
comida estaba buenísima, y no sé qué tenía ese lugar, pero lo
hacía muy acogedor.
Me tengo que despedir
ya, dale recuerdos a tu familia de mi parte, estoy deseando verte
otra vez. Muchos besos.
Laura
Martínez
Estambul, enero de 2017
Queridos
abuelos:
Me
encuentro en Estambul (Turquía), de vacaciones familiares, todo aquí
es muy bonito y cuenta con magníficos monumentos
históricos. Sus calles, de
piedra gris; sus aceras, de la misma gama de colores, y un tren de
color rojo que recorre la ciudad, hacen que cualquier paseo sea sorprendente. Todo cuenta con un cuidado aspecto
antiguo.
Disfrutamos de buen tiempo, sol y una brisa que desplaza los pétalos
de su preciado tallo.
Donde
nos hospedamos, antes de entrar, nos tenemos que descalzar por
respeto a su religión.
En
una tarde tranquila, fuimos a la mezquita azul, su nombre proviene de
los mosaicos azules de su tejado.
Me
gustaría que vinieran algún
día.¡Hasta pronto!
Hugo
Román Santana Hernández
P.D:
Su religión es musulmana.
Estambul,
enero de 2017
¡Saludos, hermano!:
Me
alojo en un hotel de Estambul con nuestra madre y nuestro padre.
Tú
ya sabes el porqué de este sitio, pero te lo vuelvo a mencionar, es
porque nuestro pariente más cercano tiene grandes riquezas y
necesitamos convencerle nuevamente del mantenimiento constante de
nuestra casa.
Vamos
a estar seis días por aquí y recorreremos los monumentos más
importantes. Iremos a visitar teatros y conoceremos sus costumbres,
la gastronomía, etc…
Hoy
hemos estado en el Palacio de Dolmabahçe, era muy bello en su
interior, tenía unos candelabros descomunales. Este palacio fue
creado en el siglo XIX, en él fueron empleadas 35 toneladas de oro
requeridas para su construcción. Lo mandó a construir la reina
Victoria.
Sus
comidas están exquisitas, en la hora del almuerzo pude probar un
kebab con un delicioso sabor y también saboreé una delicia turca
que, como su nombre indica, estaba deliciosa.
Madre
se empeñó en comprar una de esas alfombras artesanales y las
especias que tanto le gustan, así que fuimos al Gran Bazar, que es
uno de los más grandes del mundo.
Esta
noche aprovecharemos para ver la película llamada “Huevo”.
¡Hasta
dentro de una semana, cuídate mucho y dale recuerdos a los tíos!
Alejandro
López Salguero
Estambul,
enero de 2017
¡Hola
Carla y Coraima!:
Me
encuentro en Estambul con mis padres. He hecho el viaje porque
deseaba conocer otro sitio más del mundo. Estaré siete días,
seguro que me lo pasaré muy bien.
Por
aquí disfrutamos de un tiempo muy soleado y un verde paisaje. Ayer,
antes de comer, nos dirigimos a ver el Museo de Arte Moderno. Ahí
percibimos muchas esculturas que aunque no sabía qué era lo que
quería expresar el escultor, lo pasamos muy bien.
Al
salir de allí, nos encaminamos al parque Emigram Korusu para
almorzar y pasar la tarde y a observar sitios del parque. Todo es
precioso: una cascada, un camino de flores, una cabaña, un puente
por encima de un lago y una escultura de un señor tocando el piano y
otro, la guitarra.
Por
la noche acudimos al teatro para contemplar la obra “Yo soy el
titiritero”. Me encantó el espectáculo.
¡Recuerdos
para la familia!
Marta
Arbelo Cabrera
Postdata:
Aquí te mando unas fotos del cartel de la obra, del parque y del
museo.