sábado, 11 de abril de 2020

Covid 19, ¿quién eres y qué estás haciendo?

Estimadas familias:
Tenemos información continua de lo que piensan los adultos sobre el “coronavirus”, y que hace alusión casi siempre a los mismos aspectos.
Al leer los textos redactados por el alumnado de Sexto (12 años), creí necesario compartir con ustedes lo que opinan sus hijos e hijas acerca de este virus, sobre sus inquietudes, sus sueños y sus pensamientos relacionados con sus emociones, necesidades, experiencias nuevas, sus miedos por la salud de sus seres queridos —sus abuelos y abuelas y otros familiares cercanos, la añoranza que sienten por abrazarlos, también por relacionarse con sus compañeros y compañeras, por regresar pronto al colegio, incluso se preocupan por las consecuencias negativas de este extraño ser que nos visita, y lo más destacado quizás, sea la actitud positiva y valiente para enfrentar, a pesar de todo, un confinamiento que comprenden que debe ser respetado por el bien de todas las personas.


Julia Mª Arnaiz Castro (Lengua, 6º Nivel)



Este incómodo confinamiento me consume, mi casa me parece hasta extraña de tantas veces caminar por ella. Le doy miles y miles de vueltas a mi cabeza y en el fondo hay una pizca de luz cegando mis ojos: ¡la luz de la esperanza!, que lustra los semblantes de nuestros seres queridos, que esperan con entusiasmo muchos abrazos que de menos hemos echado.
La incomodidad se metamorfosea en paz y armonía.
¡Cumple las normas que todo pasará, nunca olvidemos a todos y a todas las personas que luchan por la salud y el bienestar del mundo entero.
Mis piernas me arrastran hasta el balcón y repito frases subliminales dando gracias a todos lo que se quedan en casa y a las personas que nos apoyan en estos duros momentos

Autora: Gisela Cabrera Santana.






Mientras sigo aquí metido, en mi casa, cada vez tengo más rabia acumulada dentro de mí, y cada vez me enfado más fácilmente, pero no es culpa de nadie, sino mía. Porque lo único que necesito ahora mismo es salir a la calle y respirar aire limpio.
Otra cosa que tengo acumulada en mi estómago son los nervios, que los manifiesto con un enfado continuo conmigo y con los demás.
Pensé que nunca lo diría, pero lo que más deseo ahora mismo es poder salir a la calle y volver al colegio con mis compañeros y con mis amigos. Echo de menos poder jugar una pachanga de fútbol mientras respiro diversión.
Ojalá todo vuelva a la normalidad. Ojalá hubiese un botón de reinicio.

Autor: Luca López Luján.

Covid 19, ¿quién eres y qué estás haciendo?

Es un ser invisible, aparentemente no tiene consistencia, no lo podemos ni oír, ni ver , ni mucho menos tocar, pero él a nosotros nos ha aterrorizado. Con un simple estornudo, nos deja a todos en la lona. Nadie predijo su llegada, ni nadie sabrá si tendrá una salida. Se ha apoderado de todo y de todas las personas. Nos produce miedo, inseguridad, temor, angustia …Se hace cada vez más fuerte, pero con la ayuda y la colaboración de todos y de todas, podremos combatir este terrible virus .
El silencio se apodera de las calles, las capitales, monumentos, países, en fin..., de todo el mundo.
Escucho el bello canto de los pájaros que se apodera de mí, mientras veo en las noticias cómo el virus se hace más grande y fuerte, aunque confío en que todos juntos acabaremos con este horroroso y dañino ser.
Los juegos de familia, los libros, la televisión..., se aprovechan de nuestro aburrimiento, pero..., ¿y qué pasará después?, ¿tendremos una crisis mundial? ¿qué pasará con los comercios, las industrias y las empresas? Prefiero pensar en lo que ocurre ahora, lo que tenga que pasar, sucederá. Juntos podremos con esto. #Quédateencasa.
Autora: Cristina Cabrera Santana


Confinamiento, palabra que nunca había oído y que ahora vivo cada día de mi vida. Y el coronavirus, que ha sido la llave que ha cerrado la puerta de mi casa, no ha podido cerrar la de mi vida.
Al principio pensaba que me aburriría muy rápido, que no sabría qué hacer, que sería muy monótono, que los días pesarían... Pero al cabo de unos días, me di cuenta de que cada día lo hago distinto porque tengo bastante entretenimiento.
Estos días, no los vivo como encerrada, sino en familia, pues me siento querida, acompañada, juego con mi hermana, me divierto y me río, comparto más momentos con mis padres, risas, juegos, tareas, … Ahora disfruto de lo que tengo y no lloro por lo que no puedo hacer.
El confinamiento me ha regalado una cosa muy valiosa; TIEMPO. Tiempo para estar relajada, disfrutar de la lectura, hacer tareas sin prisas, desayunar con calma, pintar, cocinar con mi madre y disfrutar del momento, … #Yomequedoencasa.

Autora: Leire Falcón Torres


Son las nueve de la mañana, he desayunado y sigo con mi pijama. Jamás pensé que echaría tanto de menos esos días, cuando iba al colegio con tantas ganas. Vivo confinado en casa junto a mi familia, debido a un virus, llamado, “Coronavirus”, que ha llegado a cambiar mi rutina de vida. Lo primero, es hacer mis deberes, sin agobios, que recibo por mis profesores, por “Gmail”, EVAGD... No puedo ver a mis amigos y me siento un poco triste, pero gracias a la consola, juego y hablo con ellos. Cuando salgo a aplaudir al balcón a los sanitarios y demás personas, es cuando verdaderamente me emociono y me siento feliz, al ver a mis vecinos con tanta unión, aunque a veces me doy cuenta de que mis padres están preocupados con esta situación. Sé que de esta saldremos, aunque no será igual que antes; sin embargo, nos sentiremos más fuertes y orgullosos de haber colaborado para reducir los contagios, debido a esta pandemia.

Autor: Marcelo Ramírez Hernández.

Covid 19, ¿qué estás haciendo?


Y entonces mi mundo cambió, dio un giro radical y me pregunté por qué estamos en este mundo tan difícil de entender. ¿Por qué un virus invisible se lleva tantas vidas y cómo nos priva de tanta libertad y cosas que hacer? Y también, ¿cómo un virus invisible y dañino nos puede unir tanto a familias, a países..., en general, a un mundo entero para luchar y luchar contra él?
Están siendo unas semanas muy raras. Nada tiene que ver con mi vida normal. Echo de menos a mis amigos, mis actividades extraescolares como el fútbol, ir al colegio, reírme en el recreo con mis amigos.
Sueño en que algún día esto va a terminar y podremos salir con nuestros amigos, comprar con mis padres. Echo de menos poder ver a mis abuelas y abuelos y poder darles un abrazo.
Para intentar no aburrirme me pongo a ver historias que han sucedido en otros países porque me entretienen mucho.
Siento mucha pena por los médicos que tienen que estar ahí, combatiendo el virus sin poder ver a sus familias, y rabia por todas aquellas personas que se saltan la ley y siguen saliendo de casa.
¡Por favor, quédate en casa!
Muchas personas están sufriendo, pero no va a ser en vano, ya que con nuestra colaboración, podremos vencerlo.
Así somos y seremos y está batalla ganaremos. Respetémonos y Cuidémonos.


Autor: David Rodríguez Déniz

Covid 19, ¿qué estás haciendo?

El confinamiento significa que los ciudadanos españoles, en esta ocasión, no podemos salir de nuestros hogares para evitar posibles contagios. Esto me hace sentir que esta situación parece una película de terror en la que no paran de morir almas inocentes. Esto me ha hecho valorar cuando antes podíamos visitar amigos, salir a pasear... También me siento apenado por las personas que tienen que sufrir este terrible monstruo invisible. Personalmente, para combatir este virus he tenido que implantar drásticamente las medidas de seguridad haciéndome reflexionar sobre el gran trabajo que están haciendo los sanitarios. Cada noche tengo pesadillas sobre si el virus llegara a mis familiares y amigos más cercanos, lo que me hace valorar cada instante que estoy con ellos. Añoro aquellos momentos que para mí eran vida, cuando me asomaba a la azotea y veía los coches y las personas pasando apresuradamente por mi calle. Cosa que ahora lamentablemente no ocurre.

Autor: Ismael López Cabrera.


Últimamente las personas permanecen en las casas para que este virus no les infecte. Nuestro
enemigo es microscópico, es un enemigo al cual no podemos vencer cara a cara, por eso nos quedamos confinados, para vencerlo de otra forma.
A mí lo que está pasando no me perjudica tanto, debido a que yo no tengo trabajo del que yo dependa; sin embargo, por culpa de este desprevenido virus, mucha gente se ha quedado sin trabajo, no hay dinero y sin dinero no se puede mantener a una familia.
Me preocupa no poder salir a la calle, al campo y a la playa, no quedar con mis amigos ni verlos. Por suerte tengo internet para hacer las tareas y comunicarme. Para evitar que por este virus fallezcan más personas, las calles permanecen desiertas, tristes y con algún errante vagando entre tiendas cerradas.
Tenemos que tener calma y paciencia, ya que a este virus lo vencemos entre todos.


Autor: Alejandro Ramos Pérez

Covid 19, ¿qué estás haciendo?

Estar encerrado no me gusta, pero me tengo que aguantar, lo que hago para no aburrirme es hacer deberes, y cuando los termino, me siento contento porque he realizado la tarea. También aprovecho para jugar a juegos de mesa con mi padre.
Echo de menos a mi familia, sobre todo a mis abuelos. Sueño con estar con ellos, no por vídeollamada sino de verdad, aunque me debo sentir afortunado, ya que, en la época de mis antepasados, no existían estas tecnologías.
El otro día hice gelatina y me salió muy rica. Intento todos días hacer un postre diferente y siempre lo hago yo con la ayuda de mi hermana y nos sentimos como chefs.
La mayoría de las ocasiones, hago deporte corriendo en el pasillo de mi casa, es pequeño, pero me vale para estar en forma.
A veces, juego con mi madre al tenis de mesa con una zapatilla y nos lo pasamos en grande. Por supuesto, siempre gano yo.
Ayer me encontraba un poco aburrido, y entonces utilicé mi imaginación de peluquero, y me corté las puntas del pelo. Yo pienso que si nos quedamos en casa, evitamos la propagación del virus, por lo menos en mi familia lo llevamos a cabo, aunque se me hace cuesta arriba no poder pasear e ir al colegio.
Autor: Adriel J. Acosta Santana


Covid 19, ¿qué estás haciendo?

Estoy encerrado sin poder salir, lo único que hago es hacer los deberes y jugar, me he dado cuenta de que este confinamiento hace que me aburra hasta de la play 4 y demás videojuegos; también leo mucho y veo la TV.
Me siento aburrido ya que no puedo ir al fútbol o al colegio, también por estar encerrado en estas cuatro paredes. Aparte, estoy alegre porque estoy en familia, y mi padre al no tener que ir a trabajar, puede estar más tiempo conmigo, jugando a juegos que hacemos juntos, “hundir la flota, ajedrez...”, y a veces salgo a la azotea para jugar a la pelota o para sacar a mi perrita, aunque se me hace poco y estoy solo, sin ningún amigo de mi edad. Echo de menos a mis amigos del fútbol y aunque hablo con ellos del colegio por WhatsApp no es lo mismo como estar delante de ellos para abrazarlos o pelearnos (ja, ja, ja).
También tengo miedo por mi madre ya que ella trabaja en una residencia de ancianos a los que conozco (los aplausos de las 19:00 son también para ella y sus compañeras) porque se puede contagiar ( suelo ir a verlos a la residencia y estoy con ellos un poco hasta que me recoge mi padre), sé que son de alto riesgo por su edad. Espero que todos cuando acabe esto, sigan bien.
No puedo ir a casa de mis abuelos, que los echo de menos. Parece una pesadilla todo esto y sueño con que pronto se acabe y podamos volver a salir, a correr, a jugar, a abrazarnos...
Tengo el deber de quedarme en casa, si no lo hago, me podré contagiar o peor, contagiar a los demás.

Autor: Marcos Rocha Hernández


Tengo que decir que al principio escuchaba hablar de confinamiento, pero no sabía realmente lo que
significaba, con el tiempo entendí que estar en confinamiento es estar en un lugar sin poder salir en libertad. Mis padres me establecieron unas pequeñas pautas diarias: después de desayunar me siento a hacer tareas, hago un poco de deporte en la bicicleta estática; después de comer me conecto a través de la “play” y hablo con alguno de mis amigos. Extraño muchísimo ir al colegio, ver a todos mis amigos, poder hablar con ellos, compartir risas y momentos. Ni que decir tiene que echo en falta lo que hasta ahora es mi pasión, el fútbol, los entrenamientos, las risas y esfuerzos con mis compañeros, los partidos de los sábados, ver cómo el sacrificio de la semana se ve el día del partido. Al principio, hasta me podía hacer gracia tener que estar en casa, pero ya no tiene gracia ninguna. Una cosa es que estés en tu casa porque quieres estar y otra muy distinta es que te impidan salir.
Sueño con que todos los enfermos se puedan sanar, que cada vez sea menor el número de fallecidos, detrás de cada fallecido hay una familia que sufre por la pérdida de un ser querido. Siento rabia cuando veo por televisión que hay personas que no respetan el confinamiento o cuando no llega el material a los sanitarios, personal de limpieza, policía….Espero y ansío volver pronto a la normalidad, chocar las manos, ver y poder tocar a quien quieres, ir a la playa y disfrutar de la brisa del mar.
Autor: Ismael Mayor Ramírez