sábado, 11 de abril de 2020

Covid 19, ¿qué estás haciendo?

Estoy encerrado sin poder salir, lo único que hago es hacer los deberes y jugar, me he dado cuenta de que este confinamiento hace que me aburra hasta de la play 4 y demás videojuegos; también leo mucho y veo la TV.
Me siento aburrido ya que no puedo ir al fútbol o al colegio, también por estar encerrado en estas cuatro paredes. Aparte, estoy alegre porque estoy en familia, y mi padre al no tener que ir a trabajar, puede estar más tiempo conmigo, jugando a juegos que hacemos juntos, “hundir la flota, ajedrez...”, y a veces salgo a la azotea para jugar a la pelota o para sacar a mi perrita, aunque se me hace poco y estoy solo, sin ningún amigo de mi edad. Echo de menos a mis amigos del fútbol y aunque hablo con ellos del colegio por WhatsApp no es lo mismo como estar delante de ellos para abrazarlos o pelearnos (ja, ja, ja).
También tengo miedo por mi madre ya que ella trabaja en una residencia de ancianos a los que conozco (los aplausos de las 19:00 son también para ella y sus compañeras) porque se puede contagiar ( suelo ir a verlos a la residencia y estoy con ellos un poco hasta que me recoge mi padre), sé que son de alto riesgo por su edad. Espero que todos cuando acabe esto, sigan bien.
No puedo ir a casa de mis abuelos, que los echo de menos. Parece una pesadilla todo esto y sueño con que pronto se acabe y podamos volver a salir, a correr, a jugar, a abrazarnos...
Tengo el deber de quedarme en casa, si no lo hago, me podré contagiar o peor, contagiar a los demás.

Autor: Marcos Rocha Hernández


Tengo que decir que al principio escuchaba hablar de confinamiento, pero no sabía realmente lo que
significaba, con el tiempo entendí que estar en confinamiento es estar en un lugar sin poder salir en libertad. Mis padres me establecieron unas pequeñas pautas diarias: después de desayunar me siento a hacer tareas, hago un poco de deporte en la bicicleta estática; después de comer me conecto a través de la “play” y hablo con alguno de mis amigos. Extraño muchísimo ir al colegio, ver a todos mis amigos, poder hablar con ellos, compartir risas y momentos. Ni que decir tiene que echo en falta lo que hasta ahora es mi pasión, el fútbol, los entrenamientos, las risas y esfuerzos con mis compañeros, los partidos de los sábados, ver cómo el sacrificio de la semana se ve el día del partido. Al principio, hasta me podía hacer gracia tener que estar en casa, pero ya no tiene gracia ninguna. Una cosa es que estés en tu casa porque quieres estar y otra muy distinta es que te impidan salir.
Sueño con que todos los enfermos se puedan sanar, que cada vez sea menor el número de fallecidos, detrás de cada fallecido hay una familia que sufre por la pérdida de un ser querido. Siento rabia cuando veo por televisión que hay personas que no respetan el confinamiento o cuando no llega el material a los sanitarios, personal de limpieza, policía….Espero y ansío volver pronto a la normalidad, chocar las manos, ver y poder tocar a quien quieres, ir a la playa y disfrutar de la brisa del mar.
Autor: Ismael Mayor Ramírez