Estar encerrado no me
gusta, pero me tengo que aguantar, lo que hago para no aburrirme es
hacer deberes, y cuando los termino, me siento contento porque he
realizado la tarea.
También aprovecho para jugar a juegos de mesa con mi padre.
Echo de menos a mi
familia, sobre todo a mis abuelos. Sueño con estar con ellos, no por
vídeollamada sino de verdad, aunque me debo sentir afortunado, ya
que, en la época de mis antepasados, no existían estas
tecnologías.
El otro día
hice gelatina y me salió muy rica. Intento todos días hacer un
postre diferente y siempre lo hago yo con la ayuda de mi hermana y
nos sentimos como chefs.
La mayoría de las
ocasiones, hago deporte corriendo en el pasillo de mi casa, es
pequeño, pero me vale para estar en forma.
A veces,
juego con mi madre al tenis de mesa con una zapatilla y nos lo
pasamos en grande. Por supuesto, siempre gano yo.
Ayer
me encontraba un poco aburrido, y entonces utilicé mi imaginación
de peluquero, y me corté las puntas del pelo. Yo pienso que si nos
quedamos en casa, evitamos la propagación del virus, por lo menos en
mi familia lo llevamos a cabo, aunque se me hace cuesta arriba no
poder pasear e ir al colegio.
Autor:
Adriel J. Acosta Santana